domingo, 12 de abril de 2009

El verde numero 26



“El colectivo numero 26”
Un cuento de Ruben guirland

Volvió a caminar otra media cuadra. O quizás algo menos.
Y un nuevo descanso, para recobrar el aliento; antes de volver a avanzar.
Recuperar la fuerza, de a poco.
Todo un logro; o un fracaso.
Últimamente la parada está, cada vez más distante.
Con el paso del tiempo, los esfuerzos son cada vez más necesarios y los avances más pequeños y mezquinos.
Don Julián , jubilado del correo, sabe que cada paso es ahora un trabajo enorme. Su corazón y sus pulmones trabajan forzados y avisan sus límites.
Volver a descansar, para reponer fuerzas, darle tiempo a su cuerpo; tiempo que se le agota.
Descansar, antes de llegar hasta la parada del colectivo; son seis cuadras.
Apenas seis cuadras, sus pies que eran veloces y su cuerpo ágil ahora se resisten.
“Una cuadra y media, falta”- Calculó don Julián.
Pero este retraso para llegar hasta la parada le anuncia que el sol saldrá antes de que pueda abordar el colectivo.
¿Que colectivo era?- Se pregunta.
Últimamente le cuesta recordar el número del colectivo que lo lleva al centro. Mientras descansa sentado en la vereda recuerda: “es el 26, de color verde”.
Después levanta su mirada hacia el cielo.
Amanece.
Como si fuera barrido por una aspiradora gigante el cielo gris y oscuro se despeja. Nace un nuevo día, límpido e infinitamente azul.
Nace un nuevo día.
El sol, pronto después de un bostezo, volverá a barrer con sus rayos cada rincón del planeta.
El colectivo. “El verde Numero 26” ya paso.
Pero para Julián, el jubilado, eso ya no importa.
Está dormido Se quedó dormido, en un sueño eterno en la vereda a media cuadra de la parada del colectivo.
En el Banco será borrado de las listas de los jubilados que cobran, en el barrio será pronto olvidado
Pero eso ya no le importa. Ahora puede volar, sin cansancio en el tiempo y las distancias, sin cansarse.
Ya carece de importancia perder “el colectivo verde numero 26”.

No hay comentarios: