viernes, 21 de agosto de 2009

ANITA


Estrellita que esta en la panza de mami.
Que impaciente y dulce se torna la espera. Los días se juntan con las noches y las lluvias con el sol para hablarme de vos.
El tiempo se hace fragmento en este apuro, de esta ansiedad por adorarte.
De estas ganas de entregar todos los abrazos guardados, escondidos. Aquellos olvidados de entregarle a mami, cuando apenas era un capullito.
Para compartir los abrazos agigantados y multiplicados en la ternura de tu hermanito. Una y mil veces
Todas las ternuras y caricias que fui sumando en el tiempo con aquellas estrellitas que eran de chiquitita, tu mami y tu tía.
Los abrazos extraviados en la infancia de mis hijas, por este apuro de gambetearle a la vida.
Por eso, mientras tú, impaciente por conocer este mundo, patea la pancita de mami, yo te sueño y guardo ternuras.
Y tal vez, si nos proponemos, hasta podemos soñar juntos con aquellos abrazos prometidos, a cuenta del futuro.
Pero te ruego que, si descubre mis ojos húmedos, no te angusties; eso nos pasa a menudo a los abuelos.